viernes, 24 de abril de 2015

MITOS Y LEYENDAS
Su leyenda mas apreciada es MAZATZIN MOTECUHZOMA y la CRUZ DE MAZORCA
Nda vīxrākā nch
on jie, nchaveen ndānīnchē, tsaxin tsojin nchīyā, tsēju …tsjōaja, tsēju nchīchā, nke gaa tuchjuin, niotja, tsānke ka, tsānke... Keen-na yaaxin-na chīgōn tsojin ndua-na. 

Cuentan nuestros abuelos que en tiempos pasados, cuando la gente vivía en los montes de Ramales, al sur de San Felipe Otlaltepec, hubo allí una hermosa mujer de larga y fina cabellera, aquella mujer constantemente escuchaba que alguien le hablaba, pero a nadie veía. Cierta vez cuando estaba en un manantial llamado Nda’ Chugúté, “Agua  del Apaztle”, nuevamente escuchó aquella misteriosa voz, inquieta volteó de prisa y pudo entonces ver a un enorme y hermoso venado. En un principio ella se asustó, pero luego el venado le inspiró tranquilidad y confianza.El encuentro se repitió otras veces, poco a poco el venado iba enamorando a la mujer. Cuando la pareja se citaban en algún lugar del monte, y el venado se demoraba en llegar, ella impaciente iba a buscarlo. Como consecuencia de ese extraño amor ella quedó embarazada de aquel venado, pasaron nueve lunas y la mujer dio a luz a un  varón, por ser hijo de una mujer y de un venado, aquel niño se llamó en popoloca Xíigu (hombre – venado), en náhuatl se le conoció como Mazatzin (honorable venado) La mujer y el venado accordaron conveniente ocultarle al niño quién era su padre y así lo hicieron, Mazatizin creció sin saber nada de su progenitor. A medida que el muchacho iba creciendo, su madre lo admiraba cada vez más, pues el corría y saltaba con tanta agilidad como un verdadero venado, además estaba dotado de estraños poderes. Se cuanta que en una ocación Mazatzin, se le ocurrio llevar un río a la árida tierra de los popolocas, por medio de un túnel subterráneo condujo una vena del mar hacía su pueblo. Cuando pensó que esta ya estaba próximo a llegar salió a la superficie para orientarse, vio entonces a dos hombres que por allí andaban y les preguntó que si aún les faltaba mucho para llegar a su pueblo, les describió el lugar y les dijo que es un lugar donde hay muchos arboles de guaje, ellos respondieron que solo debía avanzar un poco más y encontraría dicho lugar. Mazatzin condujo el río subterráneo según la dirección  que le habían indicado, cuando creyó haber llegado luego liberó el agua que traía consigo, pero cayó en la cuenta de que aquel no era su pueblo, se había equivocado de lugar, y de aquella equivocaión surgió allí una laguna que hasta nuestros días existe, es la Laguna de Epatlán y está cerca de San Felipe Xochiltepec, donde también hay arboles de guaje.  Inmediatamente Mazatzin se introdujo otra vez en la tierra para llevar el agua a su destino, finalmente llegó a su pueblo, vino a salir por el oriente, por el lugar llamado Jna' Ndāxrā,“Cerro del Otate”, antes de liberar el agua, se sentó bajo la sombra de un árbol y reflexionó que no era conveniente dejar correr allí aquella agua, pues era mucha y podía arrasar con las casas de los que habitaban cerca de aquel cerro. Mientras hallaba la solución al problema, Mazatzin decidió dejar encerrada el agua en dicho cerro y el hueco por donde él salió a la superficie lo tapó con una piedra de metate.
Actualmente en esa área hay árboles y plantas que siempre permanecen verdes, y dice la gente que en la madrugada cuando todo está en clama y en silencio, se puede escuchar el sonido del agua que está en el interior del cerro. Esa agua recorre la cordillera del Cerro del Otate y desemboca al sur del pueblo, en un lugar llamado Ameyaltepec que en náhuatl significa “en el cerro del manantial Mazatzin siempre buscaba la manera de ayudar a su gente, por ese espíritu de servicio fue elegido gobernante del señorío de Tja’ Jna’ , también conocido como Tepexic , obteniendo el grado “motecuhzoma”, en náhuatl así se denomina a las personas con carácter y actitud para ser líderes, por eso también se le conoce como Mazatzin Motecuhzoma.
El lugar donde Mazatzin acostumbraba andar y recrearse, hoy se le conoce como “Paraje de Moctezuma”, es un lugar cercano a San Felipe  Mazatzin Motecuhzoma defendió con valentía a su gente  en contra de los pueblos que amenazaban la seguridad de los popolocas. Como es el caso de los vecinos de Cuatlatlauhcan quienes se aliaron con los mexihcah que por aquel tiempo, invadieron la región al mando de Motecuhzoma Xocoyotzin. Durante la invasión española, los extranjeros obligaron a los popolocas de los diferentes parajes cercanos a la tierra natal de Mazatzin, a abandonar sus hogares y concentrarse todos en Jngī Ndā Nchitsje', el “Llano de los Árboles de Guaje”, para que así se facilitara la catequización  y para tener control de la gente. Con el fin de convertirlos al cristianismo los españoles ordenaron a los nativos la construcción de un templo.
A Mazatzin se le ocurrió entonces conseguir un templo ya edificado y llevarlo a su tierra para evitar que los suyos construyeran uno. Mazatzin recorrió entonces la región en busca de un templo, cuando llegó a Rītjunda, que en náhuatl se nombra Itzcoan, vio que la catedral de aquel lugar ya estaba terminada, entonces se preparó para hurtar el edificio, previamente había quitado los badajos de las campanas para que no repicaran en el traslado. Cuando Mazatzin creyó que era el momento oportuno levantó el templo para llevárselo, pero en ese momento repicó una campana, era la vuelta-esquila que  los pobladores recién habían instalado, al instante se alborotó la gente del pueblo y prestos acudieron a ver qué sucedía,  por la prisa de huir Mazatzin dejó el templo en una posición distinta a la original, los lugareños lo persiguieron con la intención de lincharlo, pero él se les escapó, se convirtió en venado para poder huir.



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